Beniel se halla situado a 18 Kms al este de la capital de la región, en el límite con la provincia de Alicante. Casi toda su superficie está ocupada por tierra de regadío y núcleos de población como son el propio Beniel, y sus tres pedanías: El Raiguero, El Mojón y La Basca.
Los orígenes del pueblo de Beniel se remontan a IX y X, durante la dominación árabe de la zona murciana. Su situación geográfica posibilitará el asentamiento de tribus poderosas que controlaban la Cora de Todmir. La reconquista cristiana produjo la huida de la población musulmana y las tierras de labor que quedaban fuera de los centros urbanos, se abandonaron o pasaron a propietarios mudéjares. En 1266, tras la reconquista efectiva de Alfonso X, se repartieron las tierras, pero la zona continuó despoblada.
Como el municipio se encontraba separando la zona aragonesa de la castellana, se colocaron en él dos mojones que separaban ambas zonas, tal como ordenaba una sentencia arbitral de 1304, pero dicha división no gustó a las partes, y como consecuencia, los altercados fronterizos fueron frecuentes, hasta 1320, fecha en se acordaron los límites definitivos.
El viajero que llegue hasta este municipio podrá contemplar, pues, los famosos mojones, que están realizados con piedra caliza tallada, formando una pirámide sobre una base cúbica. Ambos hitos son semejantes y antiguamente marcaban el límite geográfico entre Aragón y Castilla y hoy lo hacen entre la Comunidad murciana y la de Valencia. Otro monumento significativo es la iglesia de San Bartolomé, del siglo XVIII, una de las más hermosas del barroco murciano. Durante las fiestas patronales tienen lugar desfiles de carrozas, y "la verbena del chusco", en la que se reparte pan caliente, aceite y sal.